El área montañosa del norte de Honduras que se extiende en sentido noroeste-sureste por el sector meridional del departamento de Yoro a lo largo de unos 40 km. En su extremo suroriental enlaza con la sierra de Sulaco. Una pequeña parte de la sierra, localizada en la vertiente septentrional de la misma y cercana a la localidad de Morazán, ha sido incorporada a la jurisdicción del Parque nacional Pico de Pijol, creado en el año 1987 con la finalidad de proteger la porción de bosque nublado más próximo a la citada ciudad. Este tipo de formación boscosa en altura del trópico húmedo que domina buena parte de la sierra de Pijol es característico de Honduras, país que cuenta con el mayor número de áreas de bosque nublado de toda la región centroamericana.
En este bosque nublado, al igual que sucede con el resto, hay abundancia de plantas epifitas, entre las que cabe destacar musgos, helechos y orquídeas, que crecen sobre arbustos y árboles. El desarrollo de tan variada y rica flora se debe a la presencia perpetua en los niveles superiores de nubes que liberan agua en forma de precipitaciones; ese agua es retenida por la exuberante vegetación existente, que la va liberando de forma pausada, de modo que la capa vegetal va, a su vez, incrementándose.
Como consecuencia de la profusión de vida vegetal, la fauna asociada es también de una gran variedad: aves como urracas, pájaros carpinteros, tucanes (en particular las variedades pico-navaja y verde), solitarias y, sobre todo, quetzales; mamíferos, como pumas, tapires o perezosos; e insectos, de entre los que destaca la presencia de mariposas azules. La abundancia hídrica en los pisos superiores de la sierra da lugar a la presencia de numerosos manantiales convertidos aguas abajo en arroyos y riachuelos de gran caudal (Frío, Tepemechín, Chilistagua) que vierten sus aportes a los ríos Aguán, Sulaco y Ulúa.