Según criterio de McDougall, dícese de la simbiosis disyuntiva motivada por apetencias nutricias de uno de los dos simbiontes; por ejemplo, la que se establece entre ciertas hormigas y los hongos que cultivan. En este caso se califica de antagónico, porque sólo se beneficia un simbiota; si hay provecho para ambos, se llama recíproco, como en las simbiosis disyuntiva de una planta y su prónuba. Los mismos casos pueden presentarse en la simbiosis conjuntiva; por ejemplo, el parasitismo y las micorrizas endótrofas, que son de tipo recíproco.