Dícese de la afección dolorosa causada por el aumento de la presión en un compartimiento de músculos. Si el síndrome es agudo, se manifiesta en que la presión intramuscular del compartimiento es superior a 40 mmHg en reposo (lo normal es 0-10 mmHg). Puede aumentar como resultado de un impacto directo o una rotura muscular. Si no se alivia la presión de un síndrome agudo de inmediato con descanso, puede se necesario la descompresión quirúrgica para aliviar la presión que soportan los vasos sanguíneos, o si no el riego sanguíneo se verá comprometido y el tejido puede morir. Algunos síndromes compartimentales son poco corriente; en la mayoría de los casos se asocia con fractura o luxación en la pierna, aunque unos pocos están causados por el aumento prolongado de la intensidad del ejercicio (por ejemplo, un entrenamiento de maratón demasiado ambicioso realizado por un corredor novel). El síndrome compartimental crónico es producto del sobreentrenamiento y se caracteriza por una presión excesiva intermitente. Durante la actividad, los músculos del compartimiento se hinchan y oprimen los nervios y vasos sanguíneos contra las paredes del compartimiento. El dolor asociado con isquemia se localiza en los músculos. Aunque el dolor se alivie con descanso, cada vez que el deportista vuelva a hacer deporte refiere dolor. Aunque muchos deportistas alteran el patrón de la actividad hasta que remite los síntomas, la única solución a largo plazo es la descompresión quirúrgica. El compartimiento que más veces resulta afectado es el compartimiento tibial anterior de la pierna (ver síndrome del compartimiento anterior).