Dícese de la combinación de signo y síntoma que siguen a una conmoción cerebral, como cefalea, irritabilidad, vahído y fatiga mental. El deportista que muestre el síndrome conmocional no debe reanudar la práctica deportiva (sobre todo en deporte de contacto y de choque) hasta que haya desaparecido por completo, porque son especialmente propenso a sufrir lesión grave (ver síndrome por un segundo golpe).