Es un efecto secundario grave que a veces presentan los pacientes de leucemia promielocítica aguda u otros tipos de leucemias mieloides agudas cuando se tratan con ciertos tipos de medicamentos contra el cáncer. A menudo el síndrome de diferenciación ocurre durante las primeras dos semanas después de iniciar el tratamiento, pero se puede presentar más tarde. Los medicamentos contra el cáncer afectan las células leucémicas y se liberan muy rápido cantidades grandes de citocinas (sustancias inmunitarias) que causan el síndrome de diferenciación. Los signos y síntomas son fiebre; tos; problemas para respirar; aumento de peso; hinchazón de los brazos, las piernas o el cuello; acumulación de líquido alrededor del corazón y los pulmones; presión sanguínea baja e insuficiencia de los riñones. Si no se trata rápido el síndrome de diferenciación es potencialmente mortal.