La afección que se puede presentar después del tratamiento de un cáncer de crecimiento rápido, en especial ciertas leucemias y linfomas (cánceres de la sangre). A medida que las células tumorales mueren, se descomponen y liberan sus contenidos en la sangre. Esto provoca un cambio en ciertas sustancias químicas de la sangre, lo cual puede dañar órganos como los riñones, el corazón y el hígado.