El deterioro progresivo de las capacidades laborales, hábitos y comportamientos sociales e interpersonales, observado en el paciente psiquiátrico de hospitalización crónica. Los síntomas son consecuencia de los efectos de la hospitalización a largo plazo más que de la enfermedad primaria, y entre ellos se encuentran pasividad excesiva, asunción de la condición de enfermo crónico, abandono y apatía.