Se aplica a cualquiera de los trastornos de malabsorción producidos por una resección masiva del intestino delgado; la intensidad y tipo de malabsorción dependen de la localización y extensión de la resección, y se caracteriza por diarrea, esteatorrea y malnutrición.
También se aplica al trastorno congénito en el que el intestino del lactante es corto o está poco desarrollado para permitir la digestión normal de los alimentos; el niño debe recibir nutrición parenteral hasta que el intestino crezca, madure o se realice un trasplante intestinal.