Es un término antiguo que designaba un conjunto amplio de signos y síntomas psicológicos y conductuales, asociados a disfunción cerebral de causa desconocida o inespecífica, y que se agrupaba según los síntomas: designar ciertas enfermedades como procedentes de causa orgánica, mientras que otras supuestamente no lo son, es una actitud que se suele rechazar en la actualidad.