En botánica, los tejidos se agrupan en sistemas tomando como base la ontogenia y filogenia de los mismos o la función que desempeñan. Sachs los agrupó en tres sistemas: el epidérmico, el fundamental y el vascular liberoleñoso. La clasificación de Schwendener y Haberlandt, que lo agrupan en diversos sistemas atendiendo a un criterio estrictamente anatomofisiológico, sin preocuparse de la ontogenia y filogenia de los mismos; lo que importa, por consiguiente, es la analogía hística, no su homología. Los sistemas de tejidos, según Haberlandt, son los siguientes: meristemático, superficial o epidérmico, mecánico, absorbente, asimilador, conductor, reservante, de aireo, de los órganos secretores y recipientes secretorios, de los tejidos propios para los movimientos, de los órganos de los sentidos y conductores de la excitación.