Se aplica a la identificación de casos de cáncer que nunca hubieran producido síntomas mediante una prueba de detección (como un mamograma o prueba del PSA). Es posible que estos cánceres dejen de crecer o desaparezcan por sí solos. El sobrediagnóstico puede causar daños, como generar ansiedad o recibir tratamientos innecesarios.