Suplementos dietéticos en forma de pastillas, cápsulas o polvo que contienen una mezcla concreta de aminoácidos que, según los fabricantes tiene propiedades especiales (suplementos de proteínas). La mayoría de los suplementos de aminoácidos se venden como agentes anabólicos para los culturistas; la arginina y la ornitina, por ejemplo suelen presentarse como esteroides naturales. Como los aminoácidos son los principales componentes de las proteínas, elemento básico de los músculos muchas personas creen que con tomar una cantidad extra de aminoácidos pueden desarrollar músculos más grandes. Sin embargo, los músculos sólo crecen como respuesta a exigencias físicas adicionale. El exceso de aminoácidos innecesarios para el crecimiento o reparación de los tejidos corporales se degrada y excreta como urea, se convierte en glucosa y se emplea como fuente energética, o se convierte en grasa corporal. Los suplementos de aminoácidos tal vez sean beneficiosos cuando hay un estímulo natural que aumente el volumen de los músculos, por ejemplo durante las fases iniciales del entrenamiento. Son pocas las pruebas de que los suplementos de aminoácidos mejoren la fuerza, potencia, el crecimiento muscular o la capacidad de trabajo. La mayoría de los nutricionistas deportivos están de acuerdo en que una persona normal y sana que consuma una dieta bien equilibrada nunca tendrá que consumir suplementos de aminoácidos. El consumo excesivo conlleva riesgos para la salud. Muchos aminoácidos son tóxicos consumidos en exceso.