Se aplica a cualquier sustancia con efectos farmacológico que se toma voluntariamente para aumentar el placer o la satisfacción personal más que para fines médicos, como el alcohol, barbitúricos, anfetaminas, cannabis (THC), polvo de ángel (PCP), cocaína o heroína; no obstante, también se incluye entre ellas la cafeína del café o de las bebidas con extracto de cola.