Es una forma de comparar la supervivencia de personas que tienen una enfermedad específica con aquellas que no la tienen, durante un periodo de tiempo determinado. Por lo general se calcula a los 5 años de la fecha del diagnóstico o el comienzo del tratamiento, al dividir el porcentaje de pacientes con la enfermedad que todavía están vivos al final del período por el porcentaje de personas de la población general del mismo sexo y edad que están vivas al final del mismo período. La tasa relativa de supervivencia muestra si la enfermedad acorta la vida: también se llama tasa de sobrevivencia relativa.