Para una persona en reposo, la temperatura oral es de 98,6 oF o 37 oC. La temperatura normal puede variar, de hecho, décimas de grado o grados enteros por encima o por debajo de esa cifra, debido a la influencia del sueño, el ejercicio, la comida, el metabolismo o la temperatura ambiental. La temperatura rectal suele ser menos de un grado superior a la temperatura oral, mientras que la axilar es, por lo general, inferior a la temperatura oral.