Dícese de la teoría del aprendizaje que predice una relación lineal entre el impulso (activación) y el aprendizaje. Según esta teoría, a medida que aumenta la activación o estado de ansiedad de un deportista, también sucede lo mismo con su rendimiento; Hay pocos fisiólogos del deporte que apoyen la teoría del impulso, porque reconocen que la activación excesiva disminuye la calidad de la actuación (ver también hipótesis de la U invertida).