Dícese de la teoría según la cual el comportamiento colectivo sólo se desarrolla cuando están presentes varios elementos en el marco de una situación social. Cada elemento se suma a la posibilidad de que se produzca un comportamiento colectivo, aunque todos deben estar presentes para que ocurra. Los elementos son la tensión estructural (conflicto social real o percibido); una situación estructural favorable (aceptación por parte del colectivo, por ejemplo una multitud, de que sus quejas no pueden resolverse por los conductos normales); una creencia compartida sobre la forma de responder a la situación junto con factores desencadenantes que refuerzan la creencia compartida; movilización del participante a través del líder y mediante la comunicación, y falta de un control social adecuado.