Se define como la observación minuciosa del estado del paciente sin administrar tratamiento, a menos que aparezcan síntomas, cambien los síntomas o cambien los resultados de las pruebas. La terapia diferida evita los problemas que a veces surgen con tratamientos como la radioterapia o la cirugía. Este tipo de observación permite identificar indicios tempranos de que la afección está empeorando. Durante la terapia diferida se suelen hacer pruebas y exámenes. En ocasiones se usa en pacientes con cáncer de próstata. También se llama conducta expectante y tratamiento expectante.