Es una enfermedad febril agua a causa de varias cepas de la especie Orientia tsutsugaushi y transmitida por ácaros de los roedores infectados a los seres humanos. El curso clínico se caracteriza por una pápula necrótica o escara negra en el lugar de la lesión provocada por la mordedura del pequeño arácnido. Por lo habitual se produce hipertrofia e hipersensibilidad de los ganglios linfáticos regionales, fiebre, cefalea intensa, dolor ocular, dolores musculares y exantema generalizado; en los casos graves pueden afectarse el miocardio y el SNC.