En botánica, el látex se contiene casi sin excepción en células llamada laticíferas, también utrículo o tubo latífero, por su forma alargada. Son células vivas, uninucleadas o plurinucleadas, con el protoplasma parietal y el látex en el centro de la célula; éste representa el jugo celular. La células o tubos laticíferos pueden ser unicelulares o apóciticos (constituido por apócito) y pluricelulares o sincíticos (llamados también simplástico, que están formados por síncito). Los primeros, a pesar de que las más veces se extienden por toda la planta y se ramifican considerablemente, proceden de un sola célula inicial, que ya se halla en el embrión, y los poseen la mayoría de las euforbiáceas, el género Ficus, etc. Los segundos están constituídos por células alargadas, colocadas en fila, cada una con su núcleo, que se dusionan al desaparecer, por disolución más o menos completa, los tabique separatorios. Así ocurre en las papaveráceas, en las compuestas, ligulifloras, etc. En algunas plantas, como las convolvuláceas, las células laticíferas no desaparecen, porque se conservan los tabique divisorios de la misma. El látex fluye de estas plantas con gran lentitud o apenas fluye, por el aislamiento de los elementos en que se contiene. El de los tubos laticíferos sincíticos, por constituir éstos un retículo de muchos tubitos anastomosados, y el de los apocíticos, por su longitud considerable sale a presión y se manifiesta súbitamente así que se hiere la planta.