La lesión de un área de la piel causada por presión constante durante mucho tiempo. Esta presión disminuye el flujo de sangre al área afectada, lo que produce daño y destrucción del tejido. Las úlceras por presión a menudo se forman en la piel que cubre áreas donde los huesos están cerca de la piel, como la espalda, la región del cóccix, las caderas, las nalgas, los codos, los talones y los tobillos. Los pacientes que no se pueden levantar de la cama, que no pueden cambiar de posición o que permanecen en una silla de ruedas tienen un riesgo alto de úlceras por presión. Los signos y síntomas incluyen cambios en el color de la piel, hinchazón, calor, sensibilidad y dolor en el área afectada. Cuando no se tratan, la piel se agrieta, se ampolla o se rompe y se forma una llaga o úlcera que a veces produce un líquido parecido a pus. Las úlceras por presión a menudo sanan muy lento y si no se tratan es posible que dañen los tejidos profundos debajo de la piel, como la grasa, el músculo y el hueso: también se llama escara de decúbito, escara por presión, úlcera de decúbito y úlcera de presión.