La erupción cutánea persistente que representa la reacción de hipersensibilidad a las picaduras de insectos; por ejemplo, ácaros, pulgas, chinches, mosquitos y piojos de los animales. Principalmente es observada en niños atópicos y se caracteriza por grupos de pequeñas pápulas y nódulos urticariformes y formas de transición de estas lesiones, que pueden infectarse o liquenificarse secundariamente debido al roce o al rascado.