Se aplica a la identificación por parte de un profesional de enfermería de las necesidades, preferencias y capacidades de un paciente. La valoración sigue a la entrevista y observación del paciente por un profesional de enfermería, y tiene en cuenta los síntomas y signos del proceso, la comunicación verbal y no verbal con el paciente, loa antecedentes médicos y sociales del paciente y cualquier otra información disponible. Entre los aspectos físicos a valorar están los signos vitales, el estado y color de la piel, la función nerviosa sensitiva y motora, la nutrición, el descanso, el sueño, la actividad y el estado de conciencia. La valoración es extremadamente importante porque proporciona las bases científicas para diseñar un plan completo de cuidados de enfermería.