La vena tortuosa y dilatada con válvulas incompetentes. Las causas pueden ser válvulas congénitamente defectuosas, tromboflebitis, embarazo y obesidad. Las venas varicosas son frecuentes, especialmente en la mujer: las que se afectan con mayor frecuencia son las safenas, localizadas en las piernas. Inicialmente la vena se puede palpar, pero no se ve y el paciente nota una sensación de pesadez en las piernas, que empeora por la noche y con el calor. También puede percibir un dolor sordo, ardiente o calambres tras permanecer mucho tiempo de pie o caminar, con la regla, cuando está cansado o por la noche: con el tiempo, las venas pueden verse como cordones dilatados y púrpura. La insuficiencia venosa y las úlceras de estasis venosas son las dos complicaciones más frecuentes. El tratamiento conservador incluye elevaciones y reposo de la extremidad afectada, uso de medias de compresión ligera y evitación de los períodos de bipedestación prolongados. Se puede realizar escleroterapia para eliminar las varicosidades superficiales inestéticas. El arrancamiento con ligadura de las venas pueden estar indicados en casos de insuficiencia venosa crónica, tromboflebitis de repetición y varices persistentes ulceradas o dolorosas, que no responden al tratamiento conservador. El tratamiento a largo plazo de las varices trata de mejorar la circulación y prevenir la estasis, aliviar las molestias y prevenir las complicaciones.