Es una forma de respiración asistida o controlada, producida por un aparato ventilador en el que el gas comprimido se libera a una presión positiva en las vías respiratorias del paciente, hasta alcanzar una presión preestablecida. A través de una válvula se permite la espiración pasiva y el ciclo comienza de nuevo cuando el flujo de gas es desencadenado por la inhalación. La presión y el volumen específicos, así como el uso de nebulización o de otras conexiones se indican de forma individual.