Tras muchos años de estudios, el químico estadounidense Ernest Krebs, Jr. descubrió en 1950 una nueva vitamina que categorizó como B17 y que también es llamada laetril y amigdalina. La vitamina B17 es un agente quimioterapéutico completamente natural que se encuentra en más de 1.200 plantas, particularmente en las semillas de frutas comunes como el albaricoque, el durazno, las manzanas y las cerezas. Se trata de un diglucósido con una molécula de cianuro que es extremadamente bioaccesible. Esto significa que penetra en la membrana celular alcanzando fácilmente un alto nivel de concentración dentro de la célula. Esta molécula de cianuro causó cierta controversia aunque, atendiendo a las afirmaciones de quienes la utilizan, es inofensiva. Las células malignas cancerosas contienen altas concentraciones de la enzima glucosidasa, y es ésta precisamente la única forma en que es posible romper la molécula compuesta = B17 liberando el cianuro y el benzaldehido, que también puede actuar como veneno, es más, al estar el cianuro y el benzaldehido juntos estos actúan con sinergismo, y provocan una muerte química de estas células malignas con mayor eficacia que el cianuro solo. Por otro lado las células normales sanas contienen la enzima rodanasa, que es la que neutraliza el cianuro que se pueda dispersar y tener contacto con células sanas, y lo hace convirtiendo el cianuro en el compuesto no toxico llamado en ingles thiocyanate. Y el oxígeno abundante en las células sanas (no en las de cáncer) oxida el benzaldehido y lo convierte en el compuesto no tóxico ácido benzóico. El uso del laetril es legal en 24 estados americanos y en otros 17 países como México, Alemania, Gran Bretaña, Italia, Bélgica y Filipinas.