Se dice de cada uno de los extremos polares de un cromosoma, que tienen la función de evitar la adherencia con los otros. En genética, cada uno de los extremos del cromosoma, dotado de propiedades específicas, entre las cuales figura la polaridad, a la cual se debe atribuir el hecho de que, salvo en muy raros casos, después de la rotura de un cromosoma no se suelde al telómero ningún fragmento. Por la misma causa, es poco menos que imposible la llamada inversión terminal; y la formación de cromosomas en anillo requiere la pérdida de sus dos telómeros. En realidad los telómeros no son permanentes, sino que los nuevos extremos producidos por rotura cromosómica pueden dar telómeros por un proceso de telomerización, de naturaleza todavía desconocida, aunque se atribuye a un fenómeno de heterocromatización. En medicina, los extremos de un cromosoma. Cada vez que la célula se divide, los telómeros pierden una pequeña cantidad de ADN y se acortan. Con el paso del tiempo, los cromosomas se dañan y las células mueren. En las células cancerosas, los telómeros no se acortan y es posible que se alarguen cada vez que la célula se divide.