Es un espacio natural protegido localizado en la región del Sudeste brasileño, que se extiende por los municipios de Delfinópolis, Sacramento y São Roque de Minas, en el sector suroeste del estado de Minas Gerais. El principal objetivo de su creación fue la protección de las fuentes del río São Francisco, situadas en la serra da Canastra. Tiene una superficie total de 71.525 hectáreas. Su relieve se caracteriza por tener forma tabular y su cubierta vegetal está formada por el cerrado y por los campos de altura.
Al estar localizado en una zona de difícil acceso, el parque no sufre graves presiones medioambientales derivadas de la presencia masiva de turistas, ya que sólo se permiten visitas durante el día. Una vez en su interior, no se puede permanecer más de ocho horas, salvo en el caso de los investigadores pertenecientes al Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Renovables (IBAMA). Durante la estación seca, de julio a octubre, aumenta el riesgo de incendio; las dos causas más frecuentes de éstos son los rayos y la actividad de los estancieros cercanos. El parque protege varias especies en peligro de extinción, como el lobo-guará, el oso hormiguero-bandera y el armadillo-canasta.