Es un parque nacional brasileño, de 128.000 ha, creado en 1975 y declarado en 1991, por la UNESCO, Reserva del Patrimonio de la Humanidad, debido a su acervo arqueológico que parece apuntar a nuevos límites cronológicos en lo que se refiere a la aparición de vida humana en América del Sur. De los 400 yacimientos arqueológicos del parque, por lo menos en 10 de ellos han sido encontrados vestigios de presencia humana de hace más de 40.000 años, datadas por la técnica del carbono 14, así como pinturas de entre 8.000 y 18.000 años de antigüedad, que pueden acabar con la teoría de Clóvis, según la cual el hombre americano habitaría hace apenas 12.000 años en esta zona, a la que habría llegado a través de Asia. Situado en el valle del río Piauí, en la región sureste del estado de Piauí, entre la serra do Bom Jesus da Gurguéia, al noroeste, y la de Dois Irmãos, al sureste (en la frontera con el estado de Bahía), el parque ocupa tierras de tres municipios: São Raimundo Nonato, Canto do Buriti y São João do Piauí. El yacimiento arqueológico más importante del parque se llama Boqueirão da Pedra Furada, donde se encuentran, sobre piedra calcárea, 1.150 pinturas en rojo, blanco y gris plateado. Estas pinturas representan el movimiento en escenas de caza, danzas, sexo y ceremonias, además de figuras de animales. El parque es administrado, en colaboración con el IBAMA, por una organización no gubernamental llamada Fundación Museo del Hombre Americano (Fundham), presidida por la arqueóloga Niéde Guidon, la principal investigadora del parque. Las condiciones de acceso todavía son precarias, pero, después de la declaración por la UNESCO, fondos internacionales han hecho posible un edificio para albergar un museo, la construcción de dos hoteles y un aeropuerto, que está siendo realizado en São Raimundo Nonato.