Es un espacio natural protegido de España, situado en el norte de la provincia de Huesca, en la comunidad autónoma de Aragón. Es un parque emblemático en el ámbito español y el segundo del país en cuanto a su creación, que tuvo lugar el 16 de agosto de 1918, unos meses después del de Covadonga, (en la actualidad denominado Parque nacional Picos de Europa). En un principio recibió el nombre de Parque nacional Valle de Ordesa, hasta que en 1982 adquirió su nombre actual, Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido. El parque cuenta, además, con otras figuras de protección de ámbito supranacional: fue declarado Reserva de la Biosfera en 1977, Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) en 1988, y Patrimonio natural y cultural de la Humanidad (junto con los glaciares de la vertiente francesa) en 1997.
Este espacio se asienta sobre las cumbres de los Pirineos centrales, con el macizo de las Tres Sorores como su centro. Sus elevaciones más destacadas son el monte Perdido (3.355 m), la principal cumbre del parque, el Cilindro de Marboré y el Sum de Ramond. El glaciarismo cuaternario ha dejado su impronta sobre este macizo calcáreo. Los valles de Ordesa, con el río Arazas, que forma las cascadas en graderío conocidas como Gradas de Soaso; el cañón de Añisclo, labrado por el río Vellos; el espectacular valle de Pineta, cabecera del río Cinca, o el Tozal del Mallo, gran vigía pétreo de la entrada del parque, son algunas de sus maravillas naturales.
La gran variación altitudinal posibilita la existencia de todos los pisos de vegetación de montaña, con unas 2.000 especies vegetales, desde los hayedos de las zonas bajas hasta los prados alpinos, donde es posible encontrar el raro edelweis (Leontopodium alpinum), la flor de las cumbres. Además de estas especies destacan en el parque los bosques de abeto (Abies alba), pino silvestre o albar (Pinus sylvestris) y pino negro (Pinus uncinata), y están bien representadas otras plantas como tejos, abedules, acebos, bojes, álamos, fresnos y multitud de arbustos y matorrales.
En cuanto a la fauna, el parque contó, hasta enero del año 2000, con la presencia de la rarísima cabra pirenaica o bucardo; además, hay ejemplares de rebeco o sarrio, jabalí (Sus scrofa), gato montés (Felis silvestris), tejón, garduña (Martes foina), marta, marmota, desmán de los Pirineos (Galemys pyrenaicus), lución, culebras y truchas. Entre las aves, las más características son el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), el águila real (Aquila chrysaetos), el pito negro (Dryocopus martius), el cuervo y la perdiz nival.