Es un parque nacional peruano situado en la ladera amazónica de la cordillera Oriental de los Andes, al oeste de la localidad de Huicungo, en el departamento de San Martín. Se creó en 1983 con el objeto de proteger la fauna y la flora de los bosques que caracterizan esta área andina, donde abundan numerosas especies endémicas y otras en peligro de extinción, como el mono lanudo de cola amarilla, que sólo se encuentra en este parque. Sus 274.520 ha de superficie ocupan el 70% de la cuenca del río Abiseo; otros dos importantes cursos fluviales, tributarios del Amazonas, enmarcan el parque: el Marañón y el Huallaga. Presenta un terreno montañoso, particularmente en la sección occidental, comprendido entre los 500 y los 4.200 m de altitud. Rocas del precámbrico alternan con espacios afectados por el vulcanismo terciario y cuaternario, así como con formaciones sedimentarias del triásico y jurásico. Desde 1985 se han descubierto, a partir de los 2.500 m de altitud, 36 sitios arqueológicos desconocidos hasta entonces dentro del parque, entre los que destacan las ruinas del Gran Pajatén y la cueva de Manachaqui. Viviendas, edificios ceremoniales, terrazas para el aprovechamiento agrícola, calles y enterramientos se ocultan entre la maleza del parque. Todos estos hallazgos, fechados entre los años 900 a.C y 1.500 d.C, ponen de manifiesto el notable nivel de ocupación humana en esta región. El Parque nacional Río Abiseo fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1990.