Perteneciente a los seres que viven y tienen sensibilidad y movimientos propios, es decir, cualquier miembro del reino animal (el Reino Animal; los Animales): esponjas, anémonas, platelmintos, nemátodos, acantocéfalos, rotíferos, anélidos, moluscos, braquiópodos, artrópodos, equinodermos y cordados.
Este reino comprende todos los organismos multicelulares que obtienen energía mediante la digestión de alimentos, y contienen células que se organizan en tejidos. A diferencia de las plantas (Reino Plantae), que producen nutrientes a partir de sustancias inorgánicas mediante fotosíntesis, o de los hongos, que absorben la materia orgánica en la que habitualmente se hallan inmersos, los animales consiguen su comida de forma activa y la digieren en su medio interno. Asociadas a este modo de nutrición existen otras muchas características que distinguen a la mayoría de los animales de otras formas de vida. Los tejidos especializados les permiten desplazarse en busca de alimento o, si permanecen fijos en un lugar determinado casi toda su vida (animales sésiles), atraerlo hacia sí. La mayoría de los animales han desarrollado un sistema nervioso muy evolucionado y unos órganos sensoriales complejos que, junto con los movimientos especializados, les permiten controlar el medio y responder con rapidez y flexibilidad a estímulos cambiantes. Al contrario que las plantas, casi todas las especies animales tienen un crecimiento limitado, y al llegar a la edad adulta alcanzan una forma y tamaño característicos bien definidos, la reproducción es predominantemente sexual, y en ella el embrión atraviesa una fase de blástula (embriología).
– Al principio, debido a las grandes diferencias que existen entre plantas y animales, se estableció una división de todos los seres vivos en dos reinos, Vegetal (Vegetales: Reino Vegetal o Reino Plantas) y Animal (Animales: Reino Animal), cuando más tarde se investigó el mundo de los microorganismos se observó que algunos eran claramente del tipo vegetal, con células con pared celular y cloroplastos para realizar la fotosíntesis, mientras que otros se parecían a los animales porque se desplazaban (mediante flagelos o pseudópodos) y digerían alimentos; este último tipo, se clasificó como un subreino del reino Animal (los protozoos); sin embargo, surgieron dificultades ante muchas formas que presentaban características mixtas, y con grupos en los cuales algunos organismos eran similares a las plantas pero estaban emparentados con animales del tipo de flagelados; finalmente, se propuso un modelo de clasificación con varios reinos en el que la definición de vegetal y animal era más restringida: lo que se entiende por animal depende, pues, del modelo que se adopte.
Utilizando el sistema de clasificación de cinco reinos, los animales se reducen a aquellos organismos con tejidos diferenciados, y los grupos de protozoos se asignan al reino Protistas; sin embargo, la separación de los protozoos de los animales superiores no es totalmente satisfactoria debido a que los sistemas de clasificación suelen reflejar las relaciones evolutivas, y se cree que los organismos multicelulares descienden en más de una ocasión de los protozoos; además, algunos de estos últimos forman colonias difíciles de distinguir de animales multicelulares simples; el problema que existe para establecer los límites del reino Animal es reflejo de la propia naturaleza, donde las fronteras son difusas y la evolución deja grupos intermedios en su avance hacia los grupos principales.
– Como se indica, es evidente que los animales multicelulares (metazoos) proceden de formas unicelulares de tipo animal (protozoos). La relación exacta no está clara debido a la escasez de fósiles disponibles y a la extinción de formas intermedias, aunque es posible que existan varias líneas evolutivas. Por ejemplo, ciertos flagelados de tipo animal forman colonias y es probable que puedan haber evolucionado hacia organismos más diferenciados. Además, los estadios embrionarios de algunos animales muestran una secuencia de cambios que proporcionan un modelo evolutivo razonable: un estadio unicelular, seguido de un estadio del tipo de colonia indiferenciada, una esfera de células hueca (blástula), y después un tubo (estadio de gástrula). Otras teorías sugieren la existencia de formas intermedias distintas, como un protozoo con varios núcleos celulares.
Desde sus inciertos orígenes, el reino Animal se ha diversificado en varios linajes o ramas, que a su vez se han subdividido en filos, clases y grupos menores. Desde hace tiempo, se rechaza el antiguo concepto de que grupos de organismos han progresado desde formas inferiores a otras superiores, en lo que se denomina cadena vital. El curso de la evolución es más comparable a un árbol o a un arbusto con muchas ramas que sufre una diversificación adaptativa (adaptación), con un cierto grado de evolución progresiva en todo el reino; por tanto, aunque los insectos, cefalópodos y vertebrados siguieron diferentes líneas evolutivas, todos se pueden describir como animales superiores.
Ya en las rocas más antiguas del cámbrico aparece una extensa variedad de fósiles que representan a los grupos principales de animales (filo), por lo que probablemente, gran parte de la diversificación del reino se produjo antes del cámbrico, hace más de 570 millones de años. Debido a que el filo se originó en épocas remotas y hay pocos fósiles, los parentescos se deducen según características perdurables, tales como la embriología, y con frecuencia son hipotéticas; por lo general, las evidencias de que disponemos para establecer las subdivisiones dentro de cada filo son más precisas, ya que muchas de ellas tienen un origen más reciente; véase intestino, simetría, celoma.