La represión es un proceso psíquico que consiste en renunciar a la satisfacción de un deseo, de forma consciente y voluntaria. La ‘represión inconsciente’ es un mecanismo de defensa del yo que el individuo utiliza cuando no quiere reconocer la existencia de una situación de frustración. Conocer las represiones inconscientes es clave a la hora de comprender las neurosis: Sigmund Freud utilizó con frecuencia este concepto en el psicoanálisis.
Según Freud, la represión es un mecanismo inconsciente que hace inaccesible a la mente consciente el recuerdo de hechos dolorosos o traumáticos, y postula que reprimir una respuesta no suprime el motivo que la inspiró. Las ideas o deseos reprimidos seguirán influyendo en la conducta del individuo y se manifestarán de una forma u otra a través de los sueños, lapsus o determinados síntomas. Uno de los objetivos del psicoanálisis es reducir este proceso y llevar a la consciencia las tendencias reprimidas.