Acción y efecto de alternar (alternancia). En botánica, cuando las hojas son opuestas, suelen alternar las de dos nudos consecutivos, es decir, se suelen disponer de manera que se cruzan, colocadas en cuatro ringleras a lo largo del tallo; así las vemos, por ejemplo, en las labiadas. Si en vez de opuestas forman verticilos, puede ocurrir algo parecido. Pero es en la flor, sobre todo, donde se ve cuán general es esa disposición alterna con los sépalos, los estambres con los pétalos, y los carpelos con los estambres (ley de la alternancia).