Es una tumefacción aguda, indolora y de corta duración, afecta a la dermis, al tejido celular subcutáneo o submucoso de la cara, el cuello, los labios, la laringe, las manos, los pies, los genitales o las vísceras. Se puede deber a una alergia a ciertos alimentos o fármacos, a una reacción a derivados hemáticos, a una infección o a estrés emocional, o bien puede ser hereditario. El angiodema grave puede requerir inyecciones subcutáneas de epinefrina, intubación o traqueotomía para prevenir una obstrucción respiratoria.