El asesoramiento prestado por una persona experta a la víctima de una violación, por lo habitual, comienza en el momento en que se comunica el delito por primera vez, lo que puede suceder en el servicio de urgencias. Inicialmente, el asesor ofrece apoyo afectivo a la víctima, aceptándola sin prejuicios ni críticas, también puede presentar servicios de apoyo y defensa, además de poner en contacto a la víctima con las autoridades médicas, legales y con los defensores de la ley. Esto conlleva acompañar a la víctima durante la exploración médica, los interrogatorios de la policía o del fiscal y durante todo el proceso penal.