El estudio de la propia piel en busca de signos de tumores premalignos o malignos (skin self-examiation [SSE]). Un estudio de 5 años del Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York encontró que las personas que se autoexaminan buscando masas que cambian de color, forma o tamaño, tienen una probabilidad del 44% menor de morir por un melanoma que las que no lo hacen.