Acelerador de inducción magnética, ideada para acelerar partículas cargadas hasta elevadas energías: construido en 1945 aceleraba electrones hasta una energía de 108 eV. El acelerador consistía en un tubo toroidal en el que se había hecho el vacío, y se situaba entre las piezas polares de un electroimán. Los electrones, acelerados mediante una diferencia de potencial de unos 50000 voltios por un cañón electrónico, entraban tangencialmente dentro del tubo, donde el campo magnético les hacía dar vueltas en una órbita circular de 5 m de longitud. Inventado en 1941 por Donald W. Kerst.