Máquina que permite al investigador registrar el nivel de estado de agresión de una persona con referencia a la duración e intensidad de un shock eléctrico al que el sujeto está preparado para dar respuesta. En realidad no se produce ningún shock, pero el comportamiento es propio de alguien que haya recibido un shock. Este tipo de estudio se ha abandonado en los últimos años por el riesgo de que el sujeto sufra daño psicológico.