La neoplasia de la glándula tiroides que, por lo general, se caracteriza por un crecimiento lento y un curso clínico prolongado, siendo la neoplasia de evolución más lenta. El primer signo de cáncer puede ser un aumento de tamaño de la glándula tiroides, un nódulo palpable, ronquera, disfagia, disnea o dolor a la presión. Más de la mitad de las enfermedades malignas del tiroides son carcinomas papilares, alrededor de un tercio son carcinomas foliculares y el resto son carcinomas anaplásicos invasivos de rápido crecimiento, carcinomas medulares que segregan calcitonina y lesiones metastásicas de tumores primarios de la mama, riñones o pulmones. Suele recomendarse la tiroidectomía total o tiroidectomía subtotal con extirpación de los ganglios linfáticos afectados.