La neoplasia maligna del labio o de l aboca que afecta a personas con una edad media de 60 años, con una frecuencia ocho veces mayor en los hombres que en las mujeres. Los factores predisponentes son el alcoholismo, el consumo excesivo de tabaco, la higiene oral escasa, la mala adaptación de las dentaduras, la sífilis, el síndrome de Plummer-Vinson, la masticación de betel y, en el cáncer de labio, la exposición excesiva al sol y al viento. La leucoplasia premaligna o eritroplasia o una úlcera indolora que no cicatriza pueden ser el primer signo de cáncer oral; el dolor localizado habitualmente aparece más tarde, aunque los ganglios linfáticos pueden estar afectados de forma muy precoz. Casi todos los tumores orales son carcinomas epidermoides; en ocasiones se trata de adenocarcinomas, mientras que los sarcomas y las lesiones metastásicas procedentes de otras localizaciones son infrecuentes.