Flora Iberica: Plantas monoicas, anuales o perennes, en general herbáceas, más raramente –en zonas tropicales– matas o arbustos, con ramificación monopódica y epicótilo abortado. Hojas opuestas, frecuentemente pecioladas, dísticas o –en otras latitudes– decusadas, con el limbo ± asimétrico en la base; nervación reticulada, a modo de arabesco; estípulas interpeciolares, axilares, membranáceas, raramente caducas, soldadas –al menos en los nudos foliares jóvenes–, iguales (isomorfas) o diferentes (dimorfas) en el mismo nudo. Inflorescencia cimosa, formada por glomérulos axilares o cimas corimbiformes terminales, cuya unidad básica es un pseudanto (ciatio) hermafrodita; ciatio coronado por 4-5(6) nectarios transversalmente elípticos u orbiculares, normalmente provistos de un apéndice laminar petaloide. Flores masculinas reducidas a un estambre, reunidas en 4-5(6) cincinos –por reducción, a veces unifloros– en torno de la flor femenina, separados por septos parciales, pediceladas; flor femenina central, solitaria, pedicelada. Perianto nulo en las flores masculinas, rudimentario en las femeninas (disco hipógino). Estambres 1. Ovario tricarpelar, trilocular, con un rudimento seminal anátropo en cada lóculo; estilos 3, libres o soldados en la base. Fruto en cápsula esquizocárpica (tricoca), con mericarpos (cocas) monospermos. Semillas sin carúncula, con episperma normalmente mixógeno.