El empleo de esparadrapo, venda y cinta para dar estabilidad a una parte del cuerpo debilitado sin limitar por ello su funcionamiento, para lo cual previene el movimiento que pone en tensión el área debilitada. El vendaje se esparadrapo suele ser bastante inelástico y de una anchura de 38-50 mm. La oclusión con vendaje también se emplea como medida preventiva para mejorar la estabilidad y reducir el número de lesión; hay dos actitudes frente al vendaje preventivo. Una es que siempre es acertado vendar la articulación antes de la actividad, con lo cual se evita daño y se mantiene la estabilidad articular repartiendo la carga por otras articulaciones. La otra actitud es que la articulación siempre debe estar sin vendaje alguno porque la articulación inmovilizada no puede soportar la carga que le corresponde y, por tanto, sobrecarga otra articulación.