Es la preparación y los cuidados proporcionados a un paciente antes de la cirugía. Se registran el estado nutritivo e higiénico del paciente, la historia médica y quirúrgica, alergias, medicación actual, minusvalías físicas, signos de infección y ritmo intestinal. Se determina el conocimiento del paciente de los procedimientos operatorio, preoperatorio y postoperatorio, la capacidad del paciente para expresar la ansiedad y el conocimiento por parte de la familia de la intervención programada. Se comprueba la posesión del consentimiento escrito del paciente, las órdenes preoperatorias del médico y las bandas de identificación del paciente, la aceptación de recibir sangre si fuera necesario y el conocimiento de la utilización del timbre para llamar, así como el objetivo de los raíles laterales de la cama. El médico debe conocer la tensión arterial, la temperatura, el pulso y las respiraciones, así como cualquier anomalía. También se informará al médico si el electrocardiograma, la radiografía de tórax o las pruebas de laboratorio presentan alguna anomalía. Una vez completados los estudios para conocer el grupo sanguíneo del paciente, se determina el número de unidades de sangre comprobadas que es necesario tener para una posible transfusión de sangre. Cuando se ordene así, se administrará un enema, se completará la preparación intestinal, se introducirá una sonda nasogástrica o un catéter intravenoso y se administrarán líquidos parenterales. Antes de acostarse, el paciente se duchará, utilizando un jabón antibacteriano; a menos que se ordene lo contrario, no se administrará nada por vía oral desde medianoche. Después de administrar la medicación preoperatoria se levantarán los raíles laterales de la cama. Antes de salir para el quirófano con la historia completa, el paciente orinará, y se quitará dentadura, lentes de contacto o cualquier objeto de valor para guardarlo en lugar seguro.