Es una cultura desarrollada durante las edades del bronce y del hierro en las islas españolas de Mallorca y Menorca. Toma su nombre del término mallorquín talayot (atalaya). El periodo pretalayótico (c. 3000-1400 a.C.) comenzó con una economía neolítica y hábitats en cueva. Poco después del año 2000 a.C. se introdujo el cobre junto a influencias campaniformes. En la etapa final, a partir del 1700 a.C., aparecieron los poblados de navetas —habitaciones naviformes de planta alargada—, que se mantuvieron durante el arranque del periodo talayótico, como Son Oms. Los enterramientos, de inhumación, se realizaban en hipogeos y en cuevas. Proliferaron los puñales triangulares, los aros, los punzones y las puntas de flecha, todos ellos de bronce procedente del comercio exterior.
Alrededor del año 1400 a.C. se produjo un significativo cambio sociocultural, iniciándose la cultura talayótica, fuertemente vinculada a Córcega y Cerdeña. Se edificaron numerosos poblados fortificados que mostraban una jerarquización y extrema división del territorio. Mejoraron las técnicas de fundición del bronce e irrumpieron una más variada gama de productos metálicos, como espadas o pectorales. Se construyeron los talayots, grandes torres defensivas de mampostería, troncopiramidales o troncocónicas, en inicio erigidas individualmente y rodeadas de cabañas. Desde el año 1000 se agruparon los lugares de hábitat y se amurallaron, caso de C’an Jordi o Es Pedregar. En el siglo VIII a.C. se introdujo el hierro. Entre el 500 y el 100 a.C., fase final de la cultura talayótica, se manifestó una aculturación exterior, primero púnica y luego romana. Las taulas (recintos religiosos con un gran monumento central en forma de T) son exclusivas de Menorca y aparece una sola por poblado. Habrían sido introducidas a finales del siglo IV a.C., aunque continuaron en uso hasta el siglo II d.C. Destacaron las de Sa Torreta de Tramuntana, Trepucó y Torralba d’en Salord.