Se define como el estado en el cual un individuo experimenta una reducción del líquido intravascular, intersticial y/o intracelular. Ello hace referencia a la deshidratación, es decir, a la pérdida de agua sola, sin cambio en los niveles de sodio: diagnóstico de enfermería aceptado por la Fourth national Conference on the Classification of Nursing Diagnoses (revisado en 1996).