Se refiere a la dehiscencia de las cápsulas que se abren por medio de agujaros o poros, aberturas de forma redondeada, oblonga o irregular, aunque en número y posición fijos para cada especie. La tienen los frutos capsulares llamados opercarpos; se llama también, aunque de forma incorrecta, dehiscencia poricida (Monlau; Texidor). Tratándose de la dehiscencia de las anteras, dícese de la que se produce por formación de sendos poros en las dos tecas de la misma (F. Q.).