El gas inodoro e incoloro formado por carbono y oxígeno que se desprende en la respiración, en la combustión y en alguna fermentación (anhídrido carbónico): el dióxido de carbono se utiliza en extintor, refrigerador y en la elaboración de bebida refrescante. El dióxido de carbono o CO2 es un gas incoloro e inodoro que cuando se disuelve en agua da ácido carbónico. Se encuentra en la atmósfera (0,4%) del volumen, pero tiene un reciclaje rápido, siendo utilizado por la planta durante la fotosíntesis, y producido por la respiración y la combustión. El nivel de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado alrededor de un 12% en los últimos 100 años, principalmente por la excesiva quema de combustible fósil y por la gran destrucción del bosque. Esto ha sido señalado como la causa fundamental del incremente medio de 0,5 ºC en la temperatura global del planeta, a través del efecto invernadero. En medio ambiente se piensa que es necesario tomar medida para limpiar el incremento de la concentración de CO2 en la atmósfera, y el subsiguiente calentamiento de la Tierra.
En bioquímica, el dióxido de carbono es un gas que se produce en muchas reacciones metabólicas de oxidación. La hemoglobina lo transporta hasta los pulmones como residuo del metabolismo celular para ser expulsado a la atmósfera, intercambiándose con el oxígeno. Posee funciones fisiológicas importantes, como regular el equilibrio ácido-base del organismo y estimular el centro nervioso bulbar responsable de la respiración. Su símbolo es CO2.
En medicina, el dióxido de carbono (gas incoloro e inodoro producido por la oxidación del carbono), el producto de la respiración celular, es transportado por la sangre hacia los pulmones, donde se espira. El equilibrio acidobase de los líquidos y tejidos corporales está influido por la concentración de dióxido de carbono y de los compuestos carbonatados. El dióxido de carbono sólido (nieve carbónica) se utiliza en el tratamiento de algunos trastornos cutáneos. En medicina y ciencia del deporte, el dióxido de carbono (gas incoloro que constituye en torno al 0,04% de la atmósfera) es más denso que el aire y es tóxico sólo en concentración por encima del 6%, pero no permite la respiración ni la combustión. El dióxido de carbono se expulsa como producto de desecho del metabolismo aeróbico y viaja por las venas, sobre todo como ión de bicarbonato. El aire espirado contiene en torno al 4% de dióxido de carbono. El aumento del nivel de dióxido de carbono estimula el centro vasomotor para aumentar la frecuencia ventilatoria y que los pulmones eliminen más dióxido de carbono.