Flora Iberica: Sufrútices enanos, procumbentes, muy ramosos. Hojas perennes, simples, pecioladas, ± coriáceas, de envés peloso; estípulas ± soldadas al pecíolo, con la parte libre linear-lanceolada. Flores unisexuales o hermafroditas, solitarias –en la especie ibérica–, terminales, pedunculadas –pedúnculo grácil y erecto, acrescente–. Receptáculo acopado, convexo en la zona axial, seco. Sépalos 7-10; sin calículo. Pétalos (7)8(-16), de longitud mucho mayor que la del cáliz. Estambres numerosos, c. 20, insertos en un disco nectarífero. Carpelos numerosos, libres entre sí, pelosos, cortamente estipitados e implantados en la zona axial del receptáculo; rudimento seminal 1 por carpelo; estilos terminales o subterminales, muy acrescentes, persistentes en el fruto, no articulados. Fruto en poliaquenio; aquenios pelosos, con una larga arista plumosa, blanquecina, agrupados en glomérulo congesto sobre la zona axial del receptáculo, de la que se desprende cada uno por separado.