En el espectroscopio de red, la luz se dispersa utilizando una red de difracción en lugar de un prisma. Una red de difracción consiste en una superficie especular de metal o vidrio sobre la que se han dibujado con un diamante muchas líneas paralelas muy finas. Tiene mayor poder de dispersión que un prisma, por lo que permite una observación más detallada de los espectros.